Al teatro Petra lo atacan porque es arte y el arte dice la verdad. Desnuda todas las cosas, no las disfraza. Por eso mandan acusaciones de mentiras para dañar los ingresos del teatro Petra que cada vez es más conocido. Creen que reciben sobornos porque el ladrón juzga por su condición, y no se dan cuenta que una cosa son los ingresos decentes del arte y otra las monedas que se entregan a Judas, como acabamos de ver en el Congreso por unos ínfimos congresistas. Buce McMaster y Cabal intentan defender como héroes a congresistas porque se volvieron en sobornados de poderosos oscuros que se disfrazan de industriales y comerciantes, sin serlo. Nunca confundan un comerciante con un contrabandista o un industrial con un rentista qué no trabaja. Estos oscuros de la riqueza no quieren arte, ni multitudes porque no quieren verdad, no quieren este gobierno. Como los vampiros de las fábulas no quieren el sol porque los derrite y los muestra tal como son.